Uno de los casos de mayor éxito en Design Thinking es la primera compañía a nivel mundial en producción de muebles y accesorios de decoración, Ikea. Todos se preguntarán: ¿cómo lo logra? La clave del éxito reside en poner en el centro de interés de nuestro plan de trabajo a las personas. Saber qué desean, qué prefieren, cuándo y cómo es fundamental para llegar al corazón de la audiencia y conquistarlo para siempre. Después de todo, ¿a quién no le gusta que lo consientan?
La relación entre la empresa y el cliente debe estar signada por la empatía que la Startup sea capaz de generar. Ikea lo ha logrado a través de los insights, es decir, aprendiendo a mirar desde la perspectiva del cliente. Si el cliente aspira obtener productos económicos pero de calidad, ¿qué crees que hace Ikea? Ofrecer productos de alta calidad y precios bajos. ¿Cómo? Si logra disminuir los costos de producción, seguro que se reflejará en el precio final para el cliente.
Para que el Design Thinking funcione la dinámica debe ser interactiva. La estrategia es mantener en supervisión constante toda la cadena de producción, analizar resultados, estar atento a la reacción de los otros, reformular y volver a implementar. El Design Thinking es un intento permanente siempre en busca de la satisfacción de los clientes y el perfeccionamiento del negocio, Ikea tardó 30 años en lograrlo. Otra de las estrategias de Ikea ha sido dedicarse a conocer muy bien a sus clientes, aunque el crecimiento no sea exponencial. Además, cada sucursal cuenta con cierta autonomía según la zona, pues cada región tiene sus particularidades.
En el caso de IKEA Ibérica, la directora de Marketing Gabriela Díaz afirma que el Design Thinking les ha permitido trabajar con mayor conjunción cada departamento, salir de la zona de confort, enfocarse en puntos de vista que involucren al consumidor, a los empleados (que son los que están más cerca de los clientes), además de hacer pruebas en terrenos muchos más controlados. Según Díaz, el programa de IKEA “People Revolution” es producto del Design Thinking, dedicado a empoderar tanto a empleados como clientes animándolos a ser partícipes de los nuevos procesos de producción y colaboración que plantea el siglo XXI.
Gabriela Díaz está convencida de que el éxito de IKEA se debe a que su base de negocio está centrada en ofrecer precios bajos al producir y distribuir inmensos volúmenes. Anteriormente, el diseño del producto tardaba dieciocho meses, ahora el Design Thinking les ha permitido hacerlo en menos tiempo porque la competitividad está en la agilidad; ése es el gran reto.
El Design Thinking es una estrategia de éxito progresivo e Ikea lo sabe, por eso tiene décadas dedicándose a acompañar, comprender, analizar y satisfacer su clientela. Además de descubrir insights efectivos para su negocio, que no tienen por qué ser los mismos de los demás, pensar en soluciones aplicables e implementarlas y además repetir una y otra vez las dinámicas de interacción con los otros, que ayudan a advertir problemas, descubrir soluciones y complacer a la clientela. ¡No por nada se ha mantenido desde 1943 en el mercado!