Una vez que el emprendedor ha desarrollado su idea es muy probable que luego quiera convertirla en un producto comerciable, pero comercializar y hacer crecer una empresa es un proceso distinto. Veamos algunos pasos para que el cambio de mentalidad y estrategias no sean un camino trágico para el aspirante a empresario.
Lo primero que debemos saber es que la diferencia entre una startup y una scaleup es que la segunda debe tener un retorno anual mayor al 20% y contar con al menos 10 empleados. ¿Cómo empezar el cambio? El emprendedor debe reconocer que la etapa de despegue ha terminado. Para convertirse en empresario tendrá que empezar a reconocer las nuevas necesidades de su negocio.
Cuando pasamos a la fase scaleup, el director tiene que transformar su paradigma e incluso sus funciones. Supongamos que en la primera fase armó un sistema de ventas sólido junto a programadores y especialistas. Ahora tendrá que concentrarse en ofrecer, promover y vender sus servicios a un nicho específico. De construir el sistema debe pasar a ponerlo en funcionamiento.
Seguidamente, la scaleup debe estandarizar su proceso de negocio con la finalidad de ofrecer las experiencias que se elaboraron durante la etapa de despegue. Recordemos que las compañías son fábricas de experiencias que identifican la compañía y la mantienen a flote.
Luego de introducir el negocio en la dinámica comercial y haber estandarizado el producto-experiencia, el siguiente paso será contar con talento, talento y más talento. Sin dudas, una buena idea la tienen muchos, pero escalar con ella lo logran pocos. Llevarla a la práctica será el tercer y no menos importante paso.
Para escalar con una idea no bastan dos manos, dos pies y un cerebro. Hace falta una serie de talentos humanos que con sus habilidades echen a andar nuestra startup hasta convertirla en una scaleup. Tanto los talentos como el director deben reconocer situaciones y métodos que si bien funcionaron perfectamente para despegar, no funcionarán para consolidar.
Prescindir y transformar serán palabras claves para los empresarios. El director debe estar preparado para cambiar paradigmas. Debe asumir las riendas y desincorporar talentos -de ser necesario-, que ya no calan en la nueva etapa o emplear nuevos talentos que se ajusten de mejor manera a la escalada.
Pasar de startup a scaleup consiste en enfocarse en aquello que sí funciona, como por ejemplo innovar constantemente, pulir procesos, generar empleos, obtener más ingresos, trabajar en función de tener un impacto positivo en los clientes y empatizar con el público al cual se dirige.