Esta ha sido una de las principales inquietudes de las organizaciones y empresas durante la crisis sanitaria. Ya va más de un año desde la llegada del Covid-19 al país, y desde entonces, el teletrabajo se ha convertido en la principal modalidad adoptada por las empresas para enfrentar esta pandemia.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas (INE), durante el mes de enero de 2021, el 17,5% de los trabajadores y trabajadoras realizó labores a distancia o bajo la modalidad de teletrabajo durante el primer mes del año. Si bien esta ha sido una medida tomada por las compañías con el fin de resguardar la salud de sus empleados, y permitir una productividad continua pese a las cuarentenas y restricciones sanitarias, el trabajar desde casa no ha estado exento de desafíos, tanto para colaboradores como empresas.
Por ello, es que organizaciones ya están impulsando nuevas estrategias, de la mano de sistemas mixtos, para fortalecer la productividad y el bienestar laboral. Al respecto, una encuesta realizada por PwC sobre el Impacto del Teletrabajo en las Empresas indicó que el 47% de los trabajadores siente que su productividad mejoró, pero sólo el 28% de los ejecutivos estuvo de acuerdo.
En este sentido, la gestión del tiempo durante el teletrabajo se ha convertido en un verdadero desafío para el área de recursos humanos. Los especialistas indican que la tendencia post pandemia irá enfocada hacia el Smart Working, es decir la combinación de trabajo presencial, teletrabajo doméstico y teletrabajo deslocalizado, también conocido como modelo mixto e híbrido. En tanto, la situación pandemia no permita la completa penetración de este sistema, las compañías están focalizando sus esfuerzos en optimizar la productividad y la gestión del tiempo.
Para el especialista de gestión de tiempo y presidente de ARHOE, José Luis Casero, la distribución de tiempo debe ser considerada una estrategia personalizada según las condiciones de cada empleado. Para Casero no existen fórmulas generales que sirvan de la misma manera a una persona soltera y sin personas a su cargo, que a una familia monoparental o a una familia numerosa. Pese a esto, sí es posible aplicar el modelo de las 4 ‘D’ para distribuir la jornada, el cual consiste en cuatro pilares:
- Dedicación: realización de actividades concretas de trabajo y en estos momentos también de apoyo a las tareas escolares en el caso de los progenitores.
- Disponibilidad: posibilidad de contactar, por ejemplo, para videoconferencias, llamadas, etc.
- Desenganche: desconexión total del trabajo
- Descanso: Fundamentalmente el tiempo dedicado a dormir
Estas cuatro reglas permitirán mantener ciertos márgenes de flexibilidad, pero con un horario similar al que hacemos en nuestro lugar de trabajo. Finalmente, los especialistas entregan recomendaciones para mantener un buen clima laboral a distancia e impulsar la productividad adecuada:
- Fijar un horario base y respetar los horarios de inicio y finalización de la jornada.
- No sobrecargar al trabajador.
- Planificar y priorizar las tareas que se asignan. Es importante evitar la multitarea en el empleado.
- Fijar objetivos claros.
- Invitar a que los trabajadores tomen pequeños descansos.
- Mantener una comunicación fluida: lo cual contempla que los supervisores y jefes se contacten con sus equipos. Que existan momentos tanto para hablar de trabajo como para saber cómo esta cada persona, a través de chats online o videollamadas.
- Exceso de información: en tanto, la preocupación del jefe por el rendimiento de su equipo no se debe transformar en un uso abusivo de la comunicación que se materialice en por ejemplo control continuo a través de llamadas y correo.